Disclaimer

«Negro» es, para muchas personas, el término generalista aplicado por los grupos humanos fronterizos (principalmente árabes y europeos) a los integrantes de diversos pueblos del África subsahariana y a sus descendientes en América y Europa, por el mero hecho de tener una tez más oscura que la suya. Algunos consideran por esa razón que el término «negro» no define en realidad a un grupo humano como tal, y prefieren con buen criterio usar el nombre de cada cultura o etnia.

En el idioma español el término «negro» es de introducción relativamente reciente. No en vano en la literatura clásica a estas personas se las solía llamar «prietos» o «etíopes». Más tarde el racismo utilizó los términos «de color» y «negrito» que, más tarde, se considerarían eufemismos.

La antropología clásica utilizó a menudo el término «negroide» al hablar de supuestas características primitivas de ciertas morfologías craneanas. El término «negroide» fue utilizado asimismo como calificativo para atenuar el hecho de que grandes pueblos de la Antigüedad (como los Egipcios), fuesen negros, toda vez que al utilizar la expresión «negroide» se quería evitar decir «negro».

Debido a la herencia y connotaciones dejadas por el racismo, muchas personas tienen reparos en utilizar la palabra «negro». A pesar de ello, actualmente se impone la idea de que la negación de las diferencias no permite su valoración y respeto. Es más, innumerables cantantes, historiadores, filósofos, políticos, poetas y artistas de origen africano negro se refieren a sí mismos como negros de forma positiva. Pero “negro”, en su acepción literaria - de la que trae causa el nombre de este proyecto y su propia esencia- define a aquel que hace trabajos anónimamente en provecho y lucimiento de otro, quien pone la firma.

La expresión es de origen francés (pues los ingleses usan para eso mismo el término ghostwriter -escritor fantasma-), y surgió con la producción en masa de folletines en el siglo XIX, cuando se empezó a llamar négrier -negrero- al que firmaba y nègre -negro- a quien escribía.

El mayor negrero fue Alejandro Dumas padre, quien tuvo toda una factoría de escritores a su cargo - entre ellos, el célebre Gérard de Nerval -, si bien ninguno de sus negros tuvo tanto éxito bajo su nombre real como cuando trabajaba para él, luego algo único y personal debía de aportar el propio Dumas a las obras… algo tan especial e intransferible a la postre como ese “toque” final que tu mismo sabrás dar al encargo que te facilite tu Negro.